martes, 12 de julio de 2011

Honor sexual / por David Arce

Cualquiera diría que apenas llegadas las ocho, que como sabemos era su hora de salida, el médico saldría apurado rumbo a su casa, pero no, si nos fijamos detenidamente, sabríamos que pocos minutos antes de las ocho de la noche recibió una llamada, ¿Aló doctor Ponce?, sí él habla, le habla la Fiscal de turno doctor, ¿podría esperar un momento que tenemos detenidos?, por supuesto doctora, contestó el médico que ya antes se había fijado en el rol de guardias y sabía que le correspondía ese turno de guardia de retén.

Mientras esperaba, llegaron unas enfermeras asustadas trayendo a la niña que se había fugado del hospital y a quien tenía que haber examinado en la tarde, cosa que no se hizo porque así suceden las cosas de la vida, que vaya a saber Dios, las hace tan enrevesadas, doctor por favor dígale a la fiscal que deje sin efecto el acta que levantó y donde nos echan la culpa de que se haya escapado la niña, asustadas las enfermeras, si supieran que esas son cosas pequeñas ante la magnitud de la vida…

Y luego llamaría otra vez la Fiscal, doctorcito tenemos dos levantamientos de cadáveres, uno en Collique y otro en el Cayetano, y el médico pensó en la distancia y en el tiempo y en la llamada telefónica que quería realizar, ¿El tiempo es una superficie oblicua y ondulante que sólo la memoria es capaz de hacer que se mueva y aproxime?, esas son tonterías que sólo a los sabios se les ocurre hablar en difícil, pero estando a lo acordado, se montó en la camioneta, en el asiento de atrás, escuchando su reproductor de música MP3, que en vez de música, estaba tocando su última clase de inglés, Is there a grocery store near here? Is there a restaurant around here? Is there a Burger King next to the hospital? How many meals do you eat during a day? nomás llegando, el olor del cadáver de un día le disipó ligeramente el ardor de la barriga, un muchacho joven, veintiún años, accidente de bicicleta, y la pregunta eterna de la muerte y de la vida, y la banalidad de preocuparse en cuentas de agua, electricidad, teléfono, y muchas otras deudas que tenemos que pagar antes de retirarnos a la siguiente habitación que nos espera y que nadie ha visto y que nadie sabe lo que es.

Nuevamente a la camioneta, al otro hospital, mientras las enfermeras asustadísimas seguían esperando en el local de Medicina Legal, con la niña fugada, pero esta vez acompañada de su madre. Menos mal que en el Hospital, los familiares del difunto ya habían conseguido un certificado de defunción, y todos dolorosos, rápidamente vestidos de luto y llorando por ellos mismos, por que perdieron la esperanza de volver a ver al finado querido o mejor dicho teniendo la certeza de que esta ausencia es para siempre, y que ya nunca más, esto si Dios lo dispone así, nunca más volverán a verlo, dependiendo de la perspectiva de la eternidad, pero dejémoslos a ellos en su dolor que escrito está que todo esto tiene que acontecer antes del fin de los tiempos y que no cae un solo cabello si no es por la voluntad del Señor, aunque la voluntad de la Fiscal es retener al médico y hacerle parecer que nunca más en su vida volverá a dormir, porque si nos fijamos en el reloj, un reloj bonito para una mano bonita, la de la Fiscal, nos damos con la sorpresa que ya es pasada la medianoche, y la llamada telefónica y la cama y el estómago y la llamada telefónica, no se preocupe doctor, después que examine a la niña que se fugó lo llevaremos a su casa en la camioneta, y sí, en verdad fue así, aunque muchos descreídos lo pongan en duda.

De regreso, en el local recién inaugurado de Medicina Legal, las enfermeras asustadísimas, medio soñolientas, se despabilaron moviendo las piernas, queriendo hacer creer que nunca se habían dormido en tremenda espera. El médico se limitó a observarlas y a sentir un poco de pena, pena por ellas y por la niña y la madre, pero más pena por la cena sin comer, por la llamada telefónica que ya no realizaría, y por demorar en descansar su cabeza en su cama de siempre. Cuando las enfermeras vieron llegar al médico, más muerto que cansado, quisieron entrar todas juntas en aquel espacio reducido, entonces decidió, entre sueños, solamente escuchar a la niña fugada y a su madre, y ustedes por favor esperen en el pasillo:

Yo no sé nada, dijo la madre, que le cuente ella, ella misma ha hecho todo, ha ido a la comisaría, a puesto la denuncia… como dicen, la madre es la última que se entera.

Observo a la niña, una menor regularmente aseada, con trajes a la usanza de la sierra central del Perú, con dos trenzas con cintas de colores y unas chapas rojísimas en la cara, y me empieza a decir, con voz clara, sin vergüenza, ni quiebres en la voz: Mi papá me ha violado doctor. Mira al techo, cuenta con los dedos, hace como tres meses, ese día llegó borracho, mi mamá había sacado al perro. Si doctor, ese día saqué al perro para que haga sus necesidades, me demoré más de una hora porque me puse a conversar con una vecina, que me dijo que a una de sus hijas menores le habían hecho brujería y que en esos momentos un brujo bueno de Huacho estaba sobándola y curándola del mal que le han hecho las vecinas maleras del otro lado del barrio y dice que se le dio por salir corriendo como loca, sin calzón que en plena regla lo zarandeaba como bandera roja por toda la calle, menos mal doctorcito que pudieron sujetarla entre varios muchachos y la amarraron al camastro del cuartito del fondo para que no se siguieran escuchando sus gritos, pero cuando yo regresé a mi casa ni cuenta me di, recién ahora que me lo dice hago memoria, ese día no fue mamá, ese día solamente me manoseó, yo qué iba a sospechar si es tan bueno, nos compra cosas, nos invita a comer, nos mantiene, a ella más, le hace sus gustos, le compra su ropita, sus cuadernos, figuritas, hasta jugaban en la cama, además ella es bien celosa, por cualquier cosa se molestaba, bien me decía él, no le digas nada ni le comentes nada, está celosa por que me voy a casar contigo, él ya había formalizado todo, hasta nos había llevado a vivir con él, a mí, a mi hija, y hasta a mi mamá, y ahora ella me sale con esto…(llora)

Doctor hace seis años, que salgo a vender caramelos en los micros, para poder mantener yo solita a mi hija y a mi mamá, y discúlpeme que llore, sonándose los mocos en el delantal, yo ya estoy cansada, hace ya como cuatro meses que estoy con Nicanor, él es electricista y me ha dicho: ¿para qué vas a trabajar?, te voy a comprar una carretilla para que vendas tus golosinas y no tengas que ir de carro en carro sin que nadie te compre nada, además con el humo de los carros te vas a enfermar de los pulmones, hasta tuberculosis te va a dar y quién se va a hacer cargo de tu mamá y de tu hija, y ya son dos meses que no trabajo doctor, yo qué iba a pensar, no mientas mamá, lo que pasa es que no quiero tener papá, y no me gusta que me obligues a decirle papá porque él no es mi papá, en todo caso sería mi padrastro, y es el cuarto padrastro que me traes, y yo he leído en los periódicos que los padrastros violan a sus entenadas.

Yo lo he denunciado después de decirle a mi abuelita, a ella le he contado todo, pero no me quería creer, porque ella dice que nos había visto antes, te he visto cuando el hombre ese te manoseaba y tú te hacías la dormida me decía, te dejabas besar la boca y tus pechos que recién te están saliendo, y no tenías vergüenza de gritar, es mentira abuelita yo le decía, yo estaba dormida, ni cuenta me daba, ¿cómo crees que voy a permitir que me toque si tú estás despierta abuelita?,

No es la primera vez que lo hace, él siempre me contaba al día siguiente todas las mañoserías que me hacía cuando yo estaba durmiendo, hasta mi mamá sabe cómo duermo yo, muchas veces trataba de despertarme y hasta tenía que echarme agua para poder despertarme. No doctor, lo que pasa es que en la noche estaba molesta, y la niña no quería dormir para el rincón, quería dormir en medio de nosotros, no mientas mamá que la abuelita estaba durmiendo para el filo de la cama, lo que pasa doctor es que como Nicanor nos ha llevado a vivir a su cuarto, sólo tiene dos colchones que los hemos juntado y los cuatro dormimos juntos, ella duerme para el rincón junto a su abuelita y él duerme para el filo, pero ella siempre quería dormir entre nosotros porque es bien celosa, ya él me había dicho no le cuentes nada a tu hija que parece que está celosa, hasta que no aguanté más y tuve que decirle que me iba a casar con Nicanor

Y para qué le dije eso doctor, su puso como loca, los ojos desorbitados, se arrancaba la ropa, se jalaba los pelos, parecía una poseída, decía que era mentira, rompió un florerito que Nicanor le había regalado para su cumpleaños, le arañó los brazos, la cara, le pateaba las piernas, gritaba, me has engañado maldito, tú me decías que nunca habías tenido nada con ella, que todo lo hacías por mí, que el próximo mes le ibas a pedir mi mano a mi mamá y que ella con mi abuelita iban a vivir con nosotros, todo ha sido una mentira, una mentira, y así se puso a gritar y salió corriendo como loca, ya no sé qué hacer doctor, mejor los dejo solos para ver si usted la puede convencer…

Yo no sé porqué mi mamá arma tanto escándalo. Yo ya no lo quiero al Nicanor doctor, él tiene como 50 años, y yo el próximo mes cumplo 12 años. Además he conocido un chico de diecisiete años que maneja mototaxi que estamos saliendo más de seis meses, ¿por qué me mira mi barriga doctor? Yo siempre he sido así, gordita, con esta barriga, yo todavía no menstruo, nunca he menstruado, por eso no me cuido, él me dijo que siempre íbamos a estar juntos, que mi mamá es una loca, solita se me ofrece, yo no quiero estar con tu mamá, sólo te quiero a ti me dice, nadie nos va a separar, ahora ya no lo quiero, porque mi mamá me dijo que se iban a casar y que ya habían hablado con mi abuelita, por eso doctor me dio mucha cólera y me fui solita a la comisaría a poner la denuncia, no me importa que lo metan a la cárcel.

El doctor auscultó a la menor, colocó el estetoscopio en los lugares convenientes y luego empezó a palpar con mayor convencimiento. Hizo un mapa mental de la posición del feto y dijo parece que tu enamorado tiene buena puntería, vas a ser madre en tres meses más. Es que mi padrastro también me hizo eso doctor y me hizo lo que más me dolió. El doctor no habló, terminó de realizar el examen y llamó a la Fiscal para decirle los resultados en forma verbal.

Por favor doctorcito, unos minutitos más y nos podría dar el Certificado original, nosotros lo esperamos, aquí le hemos traído una tacita de café. Todos los médicos legistas deberían ser como usted, de buen corazón.

©David Arce

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